
Sor Fabiola Marcuzzi Di Bez
Hace diez años conocí tu vida como mujer de Dios, como esposa de Jesucristo, como hermana fiel y entregada a nuestra familia religiosa... recuerdo tu sonrisa dulce, tus delicadezas de mujer que lleva a Dios en el corazón, tus palabras de esperanzas y de aliento cuando las cosas no se veian bien, recuerdo tus paseos por los jardines de la casa, observando las plantas, en una mano la regadera y en la otra el rosario con ese sin fin de aves marias, pidiendo a nuestra Madre que nos haga más santos... recuerdo tus ir y venir a la despensa, con la lista para las compras, para que nada faltara a tus "monjitas"... como olvidar tus correcciones para ser una buena religiosa, fiel, perseverante y consagrada. No puedo dejar de lado aquel rostro de satisfacción cuando veias que la Provincia crecía y que más jóvenes se entusiasmaban por nuestro carisma, cómo olvidar tus infinitas historias, cuya protagonista principal era la Divina Providencia...
Ciertamente es difícil resumir 94 años de vida y mas de 60 de vida consagrada sólo a Dios y a nuestro espíritu franciscano - misionero.
Todas las hermanas jóvenes lloramos tu partida, tus ternuras ya no estarán con nosotras, pero nos queda el gran ejemplo que fuistes, tu fe a toda prueba y tu generosidad sin límites para dejar familia, patria e ideologías para acoger la diversidad de esta tierra chilena que te acogió con tanto cariño.
Gracias por decir sí al Señor, gracias por tu fraternidad y gracias porque tenemos la certeza que serás una nueva estrellita en el cielo para interceder por nosotras.
¡Dichosa tú porque has encontrado la perla preciosa y ya vendiste todo para comprarla!