Sunday, July 27, 2008

Profecía, mística y ascética...son la receta para vivir tras las huellas de Francisco de Asís


"Todos son mis hermanos"

Nunca habian resonado con tanta fuerza en mi corazón estas palabras, como lo fueran durante los cinco días de ejercicios espirituales que viví en el silencio y la oración en Lo Cañas, muy cerca de la cordillera, lugar de excelencia para encontrar a Dios.
Cada tema, cada oración, cada encuentro con mis hermanas son la caricia de un Dios que aun sigue amando con locura a aquellos que él ha elegido para continuar su obra, en medio de un mundo herido por las desiluciones y la violencia que a diario debemos ser testigo.

Varios temas de importancia fueron dando vida a estos días de reflexión y oración...

EL AMOR... alguien ha quedado indiferente ante tan noble sentimiento ?... creo que nadie. Socialmente estamos urgidos de caridad, es un llamado constante a amar y ser amados, de esta forma debemos mirar a todo como mi hermano, un ser que reclama algo de mi atención, pero más que eso, debe ser acogido y amado por mí.

LA FIDELIDAD E INFIDELIDAD... todos estamos invitados a la fiesta de la fraternidad, es más Dios nos invita constantemente a volver al primer amor. Dios quiere que nos amemos unos a otros y eso supone ser fieles y ser fiel es ayudar a conocer y crecer a mi hermano, porque Él nos hace hermanos... pero vivimos también de infidelidades, como el pecado de orgullo, es decir
creernos como dioses...en un mundo soberbio y altanero no nos queda otra opción que vivir en la fraternidad con minoridad, sencillos hijos de Dios, dedicar vida y esfuerzos en lo que podríamos llamar "pastoral de la oreja", es decir perder el tiempo en escucharnos, porque solo se escucha al que se ama.
LA HOSPITALIDAD... necesitamos ser acogidos, la escena de San Francisco con el Lobo de Gubbio nos interpela y nos invita a acoger a todos aquellos que se manifiestan en la violencia porque no se sienten amados ni aceptados como son...
Estas y otras reflexiones me acompañaron en esos frios días...que no se sintieron ante tan magnifico calor humano, calor de hermana, calor de fraternidad...
Gracias a todas mis hermanas, especialmente a aquellas que han sido la mano amiga en este camino de consagración... Dios las bendiga!!!

Creando vinculos!!

Creando vinculos!!
Cada uno es responsable para siempre de aquello que ha domesticado.